viernes, 11 de noviembre de 2011

REFORMA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR: QUÉ VIENE AHORA?

Presionado por el movimiento estudiantil, por FECODE, por algunos políticos y parlamentarios opuestos al proyecto de reforma de la Ley 30 de 1992, el Gobierno Nacional decidió retirarlo del Congreso. Es decir, renunció a la idea de introducir una reforma que sólo días antes y desde comienzos de este año defendió a capa y espada.El Presidente Santos cedió pero, tal vez para preservar la autoridad menoscabada, exigió al movimiento estudiantil que se reintegre a sus aula lo más pronto posible. Esta declaración fue seguida de una advertencia: o levantan el movimiento o se tramita el proyecto de reforma muy rápidamente en el Congreso. Tal advertencia rebaja a la categoría de "castigo" el trámite de la reforma: si se portan bien no la tramitamos, pero si se portan mal lo haremos y muy rápido. En mi opinión esta advertencia es ianpropiada e inoportuna en esta etapa del conflicto, pero además muestra la poca convicción que se tenía sobre su conveniencia.
Evidentemente la Mesa Amplia Nacional Estudiantil MANE (que tiene cerca de 1.000 representantes de estudiantes de todas las universidades e instituciones de educación superior públicas y algunas privadas) se convierte en una fuerza muy grande y que va a hacer exigencias tales como la gratuidad de la educación, el aporte de mayores porcentajes del PIB a las universidades y la total autonomía institucional. Pero además, están en una posición de ventaja que sabrán aprovechar para exigir la elección popular de rectores, participación mayoritaria en los organismos de gobierno, eliminación de los regímenes disciplinarios y demás reivindicaciones que vienen desde los movimientos del siglo pasado. Será un proceso muy largo y poco productivo. FECODE sale también fortalecido y aprovechará el momento para exigir sus reivindicaciones salariales, prestacionales, salud, y otras que publicó recientemente en la prensa nacional.
Los líderes de la MANE han declarado que solamente el día de mañana discutirán si levantan el paro o no. Soy muy escéptico al respecto. Los estudiantes en forma muy inteligente tienen la sartén por el mango y no van a desaprovechar su posición de ventaja para hacer más exigencias, al fin y al cabo el año está por terminar y poco les importa que haya pérdida de clases ya que saben que el Gobierno hará lo que sea necesario para que repongan el tiempo perdido.
Existen otras incertidumbres sobre el futuro inmediato de la educación. Si la Sra. Ministra y el Sr. Viceministro le dedicaron prácticamente todo su tiempo a la socialización y defensa del proyecto, si pusieron "toda la carne en al asador" por este proyecto, dónde quedan su autoridad, capacidad de liderazgo,  convocatoria y legitimidad.? Como cabezas visibles de la reforma han quedado desautorizados aunque el Presidente haya manifestado que la Ministra tine todo su respaldo.
Vienen épocas tormentosas para la educación superior colombiana, ojalá no tan graves como las de Chile. Tal como lo dijo el Rector de la Universidad Nacional Moisés Wasserman en entrevista anoche en TV, era más fácil hacer el trámite en el Congreso introduciendo las reformas que proponían los Rectores y algunas de los estudiantes, que comenzar ahora de cero un proceso que tiene demasiadas incertidumbres.  Estaremos a la expectativa 

 

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