En el año de 1986, se
celebró en la ciudad de Bucaramanga el segundo Consejo Nacional de Rectores de
la Asociación Colombiana de Universidades –ASCUN- de ese año. Hacía poco tiempo
me había posesionado como Rector de la Universidad Industrial de Santander. Me
correspondió entonces servir de anfitrión a los Rectores de todas las
Universidades dentro de los cuales estaban Octavio Arizmendi Posada de la
Universidad de la Sabana, Jaime Posada Díaz de la Universidad América, Jaime
Quijano Caballero, de la INCCA, Luis Arraut de la de Cartagena, Alfonso Ocampo
Londoño del ICESI, Harold Rizzo de la del Valle, Luis Enrique Borja de la Tecnológica
de Bolívar, Jesús Ferro Bayona de la del Norte, el Padre Alfonso Borrero
Director Ejecutivo de ASCUN y el Dr. Fernando Hinsetrosa Forero del Externado
de Colombia.
Aunque yo era un
recién llegado a las directivas universitarias colombianas, fui elegido
Presidente de ASCUN para el período 1986 – 1987 por unanimidad ya que debido a
una discrepancia entre los partidarios de dos candidatos, el Dr. Arraut propuso
mi nombre como fórmula conciliadora. En la Vicepresidencia fue electo Jesús
Ferro Bayona.
Muy pronto tuve que
asumir la presidencia e iniciar las reuniones del Consejo Directivo de la
asociación en la vieja casona de Marly en donde estaba la sede de ASCUN en
Bogotá. Recuerdo muy bien mi primer consejo del cual formaban parte algunos de
los Rectores mencionados atrás, varios de ellos exministros de Educación como
Arizmendi Posada, Posada Díaz (Fundador de ASCUN) y Ocampo Londoño. Todos ellos
personajes de la vida nacional, de gran trayectoria y prestigio internacional.
Era en verdad intimidante presidir una reunión de tanta altura académica y de
tanta sabiduría de los participantes. Sin embargo, el Dr. Hinestrosa, que no
formaba parte del Consejo, pero quien estaba ese día en la sede, me dio muchos
ánimos, me infundió confianza y seguridad y me brindó su apoyo, del cual
disfruté todo el tiempo de mi presidencia. Gracias a él y al “coaching” que me
obsequió, el Consejo funcionó muy bien.
Lo seguí visitando
ocasionalmente hasta mi retiro de la Rectoría de la UIS en 1992. Juan Carlos
Duarte Torres, primer gobernador electo de Santander, le otorgó en 1994 la más
alta distinción del Departamento por sus servicios al país y a la formación de
consagrados externadistas santandereanos y de otros departamentos vecinos. Lo
acompañamos en esa ceremonia a la cual nos invitó muy amablemente y le
enseñamos la Bucaramanga de los años 90 con algunos de sus discípulos.
En 1995 el Consejo Nacional de Educación Superior –CESU-
decidió dar inicio a la Acreditación en Colombia designando 7 miembros tal como
lo ordenaban la Ley 30 de 1992 y sus decretos reglamentarios. Nuevamente conté
con el apoyo del Dr. Hinestrosa y esta vez con el respaldo del Padre Gerardo
Arango, Rector de la Universidad Javeriana. El primer grupo de consejeros
estuvo integrado por Emilio Aljure Nasser, Ramsés Hakim Murad, Luis Enrique
Orozco Silva, Carlos Augusto Hernández, Pedro Polo Verano y por quien escribe
estas líneas.
Una de las primeras
universidades que decidió ingresar al nuevo Sistema Nacional de Acreditación
fue la Universidad Externado de Colombia. Tuve la suerte de formar parte de la
comisión que visitó esa universidad para iniciar el proceso. Recuerdo vívidamente
al Dr. Hinestrosa hablando con gran fervor de su universidad, del legado de
sabiduría y formación integral que había recibido de su padre el Dr. Ricardo
Hinestrosa Daza, fundador de la institución. Me impresionó muchísimo ver el
rostro del Dr. Hinestrosa transfigurado de emoción y lleno de lágrimas al
hablar de estos temas que le llegaban a lo más hondo de su corazón.
Visitamos con él las
dependencias de la Universidad, sus magníficos edificios, auditorios, aulas,
espacios académicos y administrativos y las instalaciones modernas que forman
el campus del Externado. Pero, tal vez, de lo que se sentía más orgulloso
nuestro guía era de sus jardines, de todas las “terrazas” que construyó
aprovechando la inclinación del terreno en esa zona de Bogotá, llenas de flores
multicolores, pinos y árboles nativos fotografiados y descritos en el bello libro
que nos obsequió ese día: Los Jardines del Externado.
Durante un encuentro
de Rectores de Universidades de Colombia y Panamá en la capital panameña en
2006, el Dr. Hinestrosa recibió un Doctorado Honoris Causa de la Universidad
Latina por iniciativa de sus exalumnos, externadistas panameños, que
aprendieron la ciencia jurídica bajo su guía y tutela. También pudimos
acompañarlo en esa oportunidad. Su disertación en la ceremonia fue una
verdadera lección magistral. Aunque se han escrito numerosas notas de prensa con su biografía muy bien documentadas, he descrito una faceta muy personal del Dr. Fernando Hinestrosa Forero para rendir un pequeño tributo a la memoria de ese gran Maestro a quien conocí y admiré por su vida ejemplar al servicio de lo superior y para lo superior. Fue un Universitario a carta cabal!
RAFAEL SERRANO SARMIENTO
Tuve la oportunidad de saludarlo, escuchar su discurso de inmensa profundidad, de conocer la Universidad Externado y algunos de sus colaboradores, y de recibir del Dr Hinestrosa mi diploma de maestría. En la U Externado se siente y se percibe el conocimiento y la libertad de mostrarlo como docente y como estudiante. Fue un gran maestro de maestros. Fabiola Vargas M.
ResponderEliminarFabiola: Muchas gracias por su comentario. Verdaderamente, como usted bien lo señala el Dr. Hinestrosa fue un Maestro de Maestros!
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WILLIAM GRANADOS F.
ResponderEliminarAquellos que nos hemos formado en el externado, recibimos un legado de mas de un lustro de conocimientos, orientados en esta epoca por un gran jurista como lo fue el Dr. Hinestrosa...y muy cierto la fascinacion que tenia por sus jardines...los cuidaba y defendia con vehemencia ante propios y extranos que trataran tan solo de arrancar una flor de su jardin.