San Cristóbal, 29 de Marzo de 2012
Juan Pablo II
Quiero iniciar mi intervención
dándole gracias al Todopoderoso como creador y dador de todas las cosas, por
brindarme la oportunidad de compartir con ustedes otra celebración académica,
la cual disfrutaremos a plenitud con todos ustedes y sus familiares, y a
quienes les damos la más cordial bienvenida.
EL FOMENTO DE LA VIRTUD DE LA
GRATITUD
Para ello comenzaré por
expresar que la gratitud es la virtud que nos lleva a tomar conciencia de los
dones que recibimos cada día, a valorar la generosidad del que nos los da y a
mover nuestra voluntad para corresponder a estos dones, aprovecharlos, desarrollarlos
y ponerlos al servicio de los demás.
Hoy, la «UNIVERSIDAD
NACIONAL EXPERIMENTAL DEL TÁCHIRA» se convierte en una inmensa aula para
dictar la clase de «LA GRATITUD».
La Gratitud, esa hermosa virtud
que nos lleva a dar gracias por lo que se tiene y por lo que se es, en lugar
de lamentarse por lo que no se tiene o se quisiera ser, ya que «LA
GRATITUD» ayuda a la madurez y al enriquecimiento personal.
¿Por qué viene la «UNIVERSIDAD
NACIONAL EXPERIMENTAL DEL TÁCHIRA» a dictar esta clase magistral de gratitud?
Porque es una virtud muy
difícil de encontrar en el mundo y por lo mismo infinitamente valiosa; porque
«LA GRATITUD» nos permite disfrutar y vivir con alegría y gozo quienes
somos y lo que tenemos y recibimos.
Porque «LA GRATITUD» es
la virtud que nos ayuda a hacer felices a los demás sin hacer grandes
sacrificios ni grandes esfuerzos.
Porque «LA GRATITUD» nos
conduce a fijarnos siempre en lo bueno y esta actitud la transformamos en un
hábito de vida. Quienes no tienen nada que agradecer es porque solamente se
fijan en lo malo.
«LA GRATITUD» nos
lleva a fijarnos en las cosas buenas y en lo bueno de las
personas. Nos lleva a reconocer todo lo bueno que tenemos y somos, y poner
todo lo que está de nuestra parte para ser mejores.
Hoy en
Clase de Gratitud, venimos a enaltecer a un calificado grupo de personas y
organizaciones, para expresar nuestro testimonio de admiración, para
reconocer en este acto sencillo, su grandeza, su inteligencia y vocación de
servicio.
Vengo en nombre de la «UNIVERSIDAD
NACIONAL EXPERIMENTAL DEL TÁCHIRA» a decirles a Ustedes que sus vidas son
símbolo de la ejemplaridad universitaria y de las más alta creatividad del
pensamiento filosófico humanista.
Venimos a agradecerles a
Ustedes, por su dilatada y fecunda labor, una más corta, otra más larga, por
el ejemplo del rigor profesional con el cual han trabajado, por la
responsabilidad y la constancia que caracterizan una sólida vocación al
servicio de la comunidad.
Venimos a decirles Muchas
Gracias, porque en torno a las vidas de cada uno de Ustedes, se integran las
virtudes esenciales del buen ciudadano, evidenciadas en su ejemplar y
fructífera trayectoria como profesionales.
Resultó hermosa la tarea de
seleccionarlos a Ustedes como ciudadanos Ejemplares; porque cada una de sus
vidas es ejemplo para la comunidad y para la nación.
Quiero agregar como palabras de
cierre, una máxima de la Madre Teresa de Calcuta, y que he tratado en mi vida
de que sea prédica y práctica “EL QUE NO VIVE PARA SERVIR NO SIRVE PARA
VIVIR”
Gracias por su asistencia y gracias por compartir este momento de
grandioso de reconocimiento.
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Temas Universitarios está dedicado a tratar aspectos, eventos, sucesos, discusiones y estudio de casos relacionados directa o indirectamente con la Educación Superior (Post Secundaria). La frecuencia de las entradas será, por lo menos de una por semana. Se agradecen los comentarios que puedan suscitar los temas aquí tratados. La responsabilidad de la publicación es solamente de su autor. RAFAEL SERRANO SARMIENTO
viernes, 13 de abril de 2012
UNA CLASE DE GRATITUD DISCURSO DEL DOCTOR JOSÉ VICENTE SÁNCHEZ FRANK, RECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DEL TÁCHIRA, EN EL ACTO DE OTORGAMIENTO DE RECONOCIMIENTO PROFESORES Y DOCTORADO HONORIS CAUSA
martes, 10 de abril de 2012
LA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DEL TACHIRA
La Universidad Nacional Experimental del Táchira UNET ubicada en San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela, fue creada en 1974 por el gobierno nacional de ese entonces. Su creación hizo realidad el sueño de una sociedad que ansiaba contar con una alternativa educativa moderna, actualizada, sintonizada con los grandes avances tecnológicos que se vislumbraban en todo el mundo en los años setenta del siglo pasado. Fue además el resultado de un movimiento cívico de la sociedad tachirense que antepuso el interés por la Universidad a sus diferencias políticas, ideológicas, religiosas, económicas o de cualquier otra índole.
Calificados grupos de profesionales venezolanos y extranjeros confluyeron en San Cristóbal para prestar sus servicios en la naciente Universidad. Dentro de los segundos se destacan los chilenos y colombianos, varios egresados de la Universidad Industrial de Santander, quienes fueron factor fundamental en la consolidación de la UNET y algunos continúan siéndolo, apoyando el progreso del Estado Táchira y de la región fronteriza. La Universidad es un excelente ejemplo de la iniciativa ciudadana en el campo educativo superior y su aporte a la formación de jóvenes profesionales venezolanos es evidente en todo el país.
Tuve la oportunidad única de hacer parte del grupo fundador de esa prestigiosa casa de estudios, siendo por tanto testigo de excepción de esa gesta ciudadana que cambió, para bien, la historia del occidente venezolano. Mi vinculación con la UNET duró cerca de siete años, después de los cuales me reincorporé a la Universidad Industrial de Santander. El pasado 29 de Marzo, en un acto de altísima generosidad el Consejo Universitario de la UNET presidido por su Rector, el Dr. José Vicente Sánchez Frank, me otorgó el Doctorado Honoris Causa, un reconocimiento que me honra en grado sumo y que portaré siempre con el mayor respeto y orgullo
Viendo la UNET de 2012 no deja uno de admirarse de lo que puede hacer la integración de mentes, voluntades, conocimientos y esfuerzos en pro del desarrollo de una región y de una causa sobre cuya bondad hubo un consenso general, como lo señalamos anteriormente, en todos los sectores de la ciudadanía. Evidentemente la Universidad ha alcanzado un alto grado de desarrollo, aprovechó y asimiló las experiencias de los fundadores, ha incorporado nuevas generaciones de académicos, ha ampliado sus alternativas educativas, desarrollado la investigación, los postgrados y las relaciones internacionales.
Durante sus 38 años de vida, la UNET ha sido dirigida por siete Rectores que han dejado su impronta en la historia institucional. Sea el momento para recordar y reconocer la obra de estos Rectores a quienes he conocido personalmente: Lorenzo Monroy Coronel (+), Jorge Francisco Rad Rached, Joaquín Rodríguez, Marcial Alí Huggins Quintero, Humberto Acosta, Trino Gutiérrez Nieto y José Vicente Sánchez Frank.
Mi más profunda gratitud a la UNET!
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